4 tomas para contar una historia
Una reseña de seis documentales que fueron elaborados vía online en el ‘Taller de Documental Guerrilla: 4 tomas para contar una historia’. Se proyectarán pronto en diferentes espacios culturales del país y llegarán a plataformas de streaming
En los últimos años se está apostando bastante en la producción de cine documental. Hay que prestar mayor atención al cine documental boliviano que está en constante formación y, cada vez más, se anima a apostar por espectaculares documentales, como en este caso, después de un arduo taller de cine documental que estuvo a cargo del cineasta y escritor Juan Cristóbal Ríos (co-guionista de Norte Estrecho y guionista de la aclamada película nacional ¿Quién mató a la llamita blanca?). A lo largo del taller salieron seis increíbles documentales que merecen ser proyectados y socializados.
Voy a ir reseñando los documentales según su de aparición en la proyección virtual por Facebook live. Cada documental no sobrepasa de los 15 minutos de metraje.
Potro Salvaje (Gustavo Rodríguez) En la ciudad de La Paz hay personas particulares, entre ellos un mecánico de nombre Katsuo Shiraishi, que ha pasado de ser futbolista profesional a corredor de autos. A veces solo la experiencia nos hace lo que somos. Es una historia bastante exquisita grabada en blanco y negro. Con gran elocuencia el protagonista nos transporta a aquellos tiempos de satisfacción y experiencia que vivió.
¿Dónde está papá? (Ulises Hermosa) ¿Qué quedará de nosotros cuando nos vayamos? Esta es una historia sobre la las limitaciones de nuestra existencia, la reflexión de la familia, nuestro legado y el final de una era representada en un hombre “mi padre”. Tiene un efecto de imagen con rasguños viejos de película antigua de 8mm con fondo sepia. Palabras poéticas en voz en off narran una historia dividida en secuencias, que surgen de una conversación entre Ulises y Wara. Como resultado queda un grandioso homenaje por Ulises (hijo) para Ulises (padre).
Ni de aquí ni de allá (Paola Avilés) Eugenio es un migrante de Oaxaca – México, trabaja limpiando estaciones de buses en Estados Unidos. Su dramática historia y su deseo de preservar su dialecto son algunas anécdotas de este documental íntimo y contemplativo. Un relato bastante duro y cruel de un migrante que geográficamente no pertenece ni en EEUU ni a México. Una cuestión interesante de esta historia es que el protagonista decidió migrar por la delincuencia y la envidia que reina en su pueblo. Por ese temor, aún no tiene pensado regresar.
Gorda, estresada y feliz (Sandra Camargo) En Arlington, Virginia, una adicta al azúcar se sienta a hablar con su familia para hablar de su salud, su subida de peso y un secreto que les oculto desde hace años. Con un primerísimo primer plano de la protagonista inicia la historia. Mientras pregunta si está gorda, ella disfruta de su galleta; entre preguntas y respuestas hay risas y reflexiones encaminadas sobre el hecho de no llevar una dieta saludable trae consecuencia a futuro. Es una historia muy intimista, muy personal, muy real y con mucha fuerza de ¿voluntad? ¿Felicidad? ¿Orgullo? ¿Confianza?…
La Reyna de las delicias… (Daniel Rodas) Reyna es una boliviana que tiene un emprendimiento en Arica. Una tragedia familiar la lleva a emigrar y la pandemia le obliga a buscar formas creativas de sobrevivir en el aislamiento. Ella y su hija Isabel son un testimonio de éxito ante la adversidad. Mientras la cámara en mano le sigue, la Reyna de las delicias va contando una fracción sobre su negocio. Ella camina acompañada de Isabel mientras va ofreciendo sus queques y empanadas. Una historia tan real como muchas otras en todas partes del mundo mientras prevalecía el aislamiento.
Chelita (Jorge Campos) Chelita una abuelita de 90 años recuerda su pasado en los campamentos mineros de Colquiri, mientras cocina con su nieto y canta canciones nostálgicas. La técnica y el lenguaje cinematográfico son increíbles. Sin duda alguna, la historia es atrayente y exquisita. Las fotografías antiguas acompañan perfectamente el relato dándole mayor fuerza a la historia y, más aún, cuando Chelita nos deleita con su voz en la canción final del documental…
Así son los seis documentales en el ‘Taller de Documental Guerrilla’. Todas las historias son íntimas, llegan de lo más cotidiano y nos sorprenden con relatos bastante entrañables, y en algunos casos, te dejan con un nudo en la garganta. Como menciona Bill Nichols, en su libro La representación de la realidad: cuestiones y conceptos sobre el documental, este tipo de cine sitúa el documental en la familia de los que llama discursos de sobriedad: el cine documental tiene cierto parentesco con esos otros sistemas de no ficción que en conjunto constituyen lo que podemos llamar los discursos de sobriedad, como temas de ciencia, economía, bienestar social. Todos estos sistemas dan por sentado que tienen poder instrumental; pueden y deben alterar el propio mundo, pueden ejercer acciones y acarrear consecuencias. De esto se trata el cine documental que, con pequeñas fracciones de historias de lo más comunes y corrientes, puedan hacerte cuestionar, debatir, reflexionar y proponer.
Los seis documentales próximamente serán proyectados y socializados en diferentes espacios culturales del país y, posteriormente, estarán disponibles en plataformas de streaming.
Comunicador social – jorgeleonlozano8@gmail.com
Link de los documentales: https://www.facebook.com/juancristobal.riosvioland/videos/3769578869799445