Un hombre se detiene
A mi abuelo le pasó lo mismo que a Pedro Páramo o que a José Arcadio Buendía, un día se detuvo en seco. No murió, no renunció, no enfermó, simplemente se detuvo. Vendió todo y pasó el resto de su larga y silenciosa vida en una casa blanca cerca de un calmo río, con un […]
