Al corazón hay que llamarlo dos veces (o tres)
“Hermana, ¿habías llegado? Compadre, servite. ¿Han visto a los primos? Casado has aparecido. Vamos a festejar”. Así arranca “Lluqu, lluqu: dos latidos para vivir”, el monólogo de Ariel Baptista Aranda (Tabla Roja Teatro) tras su regreso/estancia de dos años en la Accademia Dimitri (especializada en teatro físico) de Verscio (Suiza). El corazón (“lluqu”) no late […]
