‘Ayer el fuego’ y el problema de lo ‘mejor’ en la narrativa latinoamericana actual (III)
Tercera parte de una aproximación al más reciente libro del narrador paceño Rodrigo Urquiola, una colección de cuentos publicada en 2022
- Y bien…
¿Y el problema de lo “mejor” en la narrativa latinoamericana actual, dónde está?
Pues estamos en una época en que se valora más a un escrito de ficción que contente a los intelectuales (mejor los mencionaré como “intelectualoides”) que siguen hablando de colonización, mestizaje y demás temas, interesantes para algunos, pero indiferentes para el resto de la humanidad, que porque sea un escrito sincero. Hemingway condenaba la impostura porque amaba la sinceridad, por más ficticio que fuera el escrito; en estos tiempos en que los libros de ficción deben tener siempre estas “nuevas marginalidades”, las mentales, para ser categorizadas e interpretadas, no puede salir nada bueno de ahí. De hecho, emergerían libros con marcas de los moldes progresistas donde los forzaron a forjarse, narrativa de la impostura, artificiosa, o como dice Jaime Nisttahuz: “Narrativa sin huevos, o con huevos de soya”; en fin, para estos tiempos (y para la posteridad), libros como “Ayer el fuego” son necesarios, indispensables, únicos.
No me molesta que Granta no haya incluido a narradores bolivianos en su última compilación (de hecho, que una revista inglesa decida quién es mejor narrador que otro en Latinoamérica, me parece muy, digamos, colonial, ¿verdad?); no obstante me molesta (y mucho, la verdad), que se le tire tanta bola a una revista que dice qué no debemos escribir para estar out y qué para estar in. ¿Tenemos que esperar que unos literatos ingleses nos definan como verdaderos escritores, en un tiempo en que Urquiola se presenta como uno de los escritores más premiados y genuinos, pero de los menos leídos por los “intelectualoides” bolivianos (y por otros autores, claro), curiosamente porque él no es cortesano como la gran mayoría de los que se autoproclaman escritores?
El tiempo dirá.
Mientras tanto, háganse un favor, gente, consigan este libro y léanlo, de verdad, será uno de los mejores regalos que se puedan dar.
Educador, escritor orureño-alteño y promotor de bibliotecas populares desde y para El Alto.

