'She came to me' y el río revuelto de la vida
La comedia romántica de Rebecca Miller inauguró el Festival Internacional de Cine de Berlín, que se extiende hasta el siguiente fin de semana
A primera vista, She came to me, la más reciente película de Rebecca Miller, se plantea como una comedia romántica que entrelaza historias en las que la directora intenta retratar los complejos rostros del amor. Pero luego, conforme la película va revelando a sus personajes, al menos a los principales, la directora propone una historia cuyos protagonistas se ven atrapados en comportamientos que nos revelan cómo estos personajes están solo aparentemente adaptados a una vida exitosa y que hacen pensar que el amor en sus entornos es prácticamente un imposible.
La película fue la encargada de inaugurar el jueves la 73a edición de la Berlinale (el Festival Internacional de Cine de Berlín) que se desarrollará hasta el 26 de este mes en la capital alemana. Con esta cinta, Miller –directora de Personal Velocity (2002),The Ballad of Jack and Rose (2005), The Private Lives of Pippa Lee (2009) y Maggie’s Plan (2015)– regresa a las salas luego de ocho años y lo hace acompañada de un elenco de estrellas.
She came to me trae de regreso a Peter Dinklage (Game of Thrones 2011-2019), quien encarna a Steven, un malhumorado compositor de música clásica que lucha contra un extendido bloqueo que le impide escribir su próxima ópera. A punto de caer nuevamente en la depresión –de la cual salió hace años, luego de presentar su última ópera y de casarse con su terapeuta, Patricia (Anne Hathaway)–, el artista pasa sus días agobiado mientras el deadline para presentar su nuevo trabajo se acerca.
Pero si Steven lleva su vida a cuestas con la depresión y la ansiedad, Patricia, quien se precia de ser la terapeuta de moda en Nueva York tampoco la lleva fácil. Es controladora y su obsesión compulsiva por la limpieza y el orden la muestran como una persona que ha dejado de disfrutar su existencia, esa manía de a poco la llevará a comprender que lo que ella quiere para su vida es otra cosa muy distinta. Una mañana en su afán por mantener las cosas en orden, saca a Steven del departamento bajo el pretexto de que tome aire y pasee a su bulldog francés, Levi.
En ese paseo ya a media mañana Steven descubre un bar en Brooklyn donde decide tomar un whisky. Allí conoce a Katrina (Marisa Tomei), una encantadora capitana de un remolcador que carga con su adicción al romance. Katrina sin muchos adornos y por el contrario un tanto ordinaria encandila y termina siendo esa chispa que necesita la película. Steven y Katrina terminan envueltos en una aventura amorosa y ese encuentro logra terminar con el bloqueo del artista, quien comienza la creación de nueva ópera, cuya protagonista está inspirada en Katrina, pero llevada al extremo de no solo ser adicta al amor o al romance, sino de ser una asesina que termina con la vida de sus amantes a sangre fría, un punto a favor de la propuesta de Miller, es la puesta en escena de la ópera en la película, cuya musicalización estuvo a cargo de Bryce Dressner.

Crédito Richard Hübner / Berlinale 2023
Patricia tiene un hijo de su primer matrimonio, Julian (Evan Ellison,) un joven de 18 años, que está enamorado de Tereza (Harlow Jane), su compañera de clase, dos años menor que él. Los jóvenes se verán en problemas, luego de que Magdalena (Joanna Kulig), la madre de Tereza –una emigrante polaca quien ayuda con la limpieza de la casa a Patricia– se entera que su hija tiene una relación con el hijo de su jefa, el problema cobra otras dimensiones cuando descubre unas instantáneas que le confirman que su hija se estuvo acostando con Julian y más aún cuando decide contarle a su esposo y padrastro de Tereza, Trey (Brian d’Arcy James), un reportero de corte pero que a la vez juega a ser ese padre y marido rígido e incluso opresor, quien decide usar sus “conexiones” con la justicia para acusar a Julian de estupro. Los enamorados lograrán escapar de ese desenlace y terminarán casándose en un estado donde se permite el matrimonio con menores de edad, con Katrina como la heroína, quien –junto con Steven y Magdalena–, ayudan a la joven pareja a llegar hasta esa otra ciudad en su remolcador, un espacio viejo, oxidado, pequeño, desordenado, donde la tranquilidad reina y el amor entre ella y Steven se hace posible.
En todo este río revuelto, She came to me se plantea como una película cuya trama busca adentrarse en el amor y lo que éste puede generar en la vida de las personas, pero también es una película que juega a ser el espejo de una sociedad en la que nadie está bien del todo pero que igual vive bajo una premisa, encontrarse/resolverse y con algo de suerte encontrar el amor.
Carla Hannover / Berlín

