Otra vez lunes
“¿Te imaginas, Isma, ver cómo se derrumba el cuerpo de la única
persona que saltaba la cuerda contigo en medio del infierno?
Nadie entiende eso… nadie…”
Magda Terrazas (año 2023)
Cárcel de San Sebastián (año 1998)
[Edgar Terrazas, alias “el Coronel”, ley 1008]: Siéntense cumpas, hay cervecita y coca, sírvanse nomás. No va a molestar el cana, ya le hemos dado su toco. Les cuento pues que me han soplado ayer que lo han agarrado al “Nogales”, esa rata de mierda está en la fiscalía ahorita. Hay que estar listos cumpas, si lo derivan acá no tiene que durar. Ese cabrón ha sido la ficha de la DEA en el volteo y por su culpa ahora el “abogangster” y yo estamos aquí cagados.
[Gustavo Morales, alias “el Sultán”, ley 1008]: “Sí, mi coronel ¡QUÉ BRONCA CARAJO! ¡En el último cargamento! Íbamos a estar asegurados de por vida ya. Pero, bueno, qué vamos a hacer… Toquesé pues un temita mi Coronel… ese que estaba cantando el otro día con la Magdita…
[el Coronel]: “Ya, más ratito pues hermano… Le meteremos unos singanitos primero, pa que caliente la garganta ¡Salud! Hemos estado pues practicando toda la semana con mi hijita… ¡ya está hacha para cantar! Más bien me han dejado tenerla aquí a mi wawa… sino ya me hubiera metido un tiro. La familia de mi mujer me ha rogado para que no las traiga… pero este negocio es jodido pues jefes… si yo no me aseguro de ellas acá en cualquier rato me las matan. ¡Salud! A mí me jode harto hermanos… haber tenido que tomar esas decisiones de mierda ¡pero ese es mi impulso de más adentro… darle la mejor de las vidas a mi familia! Siempre he querido que mi wawa vaya a ese Disney Wall y que se vista cada día como si fuera su cumpleaños… A mi esposa en cambio nunca le ha gustado ser el centro de atención… pero yo sé que hubiera sido más feliz en esa casa con patio y piscina que ya les estaba armando… ¡Ay carajo… yo les hubiera bajado el cielo… aunque el puto mundo arda en el proceso!”
[Carlos Tapia, alias “el doc”, robo agravado]: “Es usted un romántico mi coronel… y en serio que respeto eso… Salud… pero yo he visto corazones abiertos en cirugía jefes… y las personas somos nomás seres de impulsos sanguíneos… todo lo demás es mierda… por eso el alcohol, la droga y los delirios nos mueven… porque nos alteran el sentido y el ritmo ¡Salud!”
[el Coronel]: ¡Mejor no hables de sangre doc! Vos solo has visto eso en el quirófano… ya era parte de tu oficio nomas… algo que habías normalizado ¿no ve? ¡Salud! Ahí claro, no hay romanticismo pues mi querido doc. Otra cosa es el cotidiano, allá afuera o aquí adentro… como el otro día en la celda 24… ahí te hubiera querido ver……. Había pues fiesta en el otro pabellón y ese cabrón del “Camba”, subido en coca y whisky… se ha desfasado… la quería matar a su mujer en la celda. Se había hecho pasar una escopeta recortada con los tombos el perro… o la habrá recortado aquí en el taller… no sé. La cosa es que la ha acorralado a su mujer por celos y la Jessi… su wawita de nueve años… la que jugaba siempre con mi Magdita… se ha metido pues en el medio… y el cabrón ha gatillado y no ya fue… le ha volado la mitad de la cabeza. ¡Mierda! Antes de que yo la pueda esconder mi hijita ha visto la celda pintada… hasta pedazos de su cráneo de la Jesita estaban en el piso… ¡Salud carajo! No quiero llorar, pero es jodido… La Magda estaba calladita… me he arrepentido de tenerla aquí… pero no ha llorado tan jodido hasta que han venido a lavar la celda… casi como si no quisiera que se lleven lo que quedaba de su hermanita… Ahí pues me he dado cuenta… que el único alivio que tenemos es la música… no es que el tiempo se detenga, pero la melodía abre un espacio… lo perdido vuelve un ratito pues… como si las cenizas más blancas volvieran a arder jefes… es raro eso. Pero yo creo que mi wawita está aprendiendo… lo que es crear… que se puede con las manos ponerle freno a esa marea de mierda del tiempo ¡Salud!
[el Sultán]: ¡Lo jodido es cuánto va a costar ahora hacer pasar un arma aquí! Puede ser triste y lo entiendo a mi coronel, pero nada mueve más oportunidades que una niña en cajón. En vez de estar llorando deberíamos aprovechar eso… usted mismo coronel… por la Magdita y su señora… podríamos hincharnos de billete hasta pasando navajas ahora… ¡si pues! La medida de todas las cosas es nomás el dinero amigos… una cae y otros se levantan: todo es intercambio. Yo también he sufrido cumpas… también lo han matado a mi perro… un Rottweiler. Durante tres años le he dado la mejor comida… los mejores veterinarios… ¿Para qué? Para que un taxista me lo parta en dos… igual he visto sus huesos ¡y me ha dolido cada centavo! ¡Salud!
[el doc]: No es lo mismo pues Sultán… un perro y una niña…
[el Sultán]: ¡Obvio! ¡Cada empresa es diferente! Aquí mi coronel invierte todo su tiempo en dar rienda a la creatividad y a la voz de su hijita… ¿Por qué? ¿Cuánto vale esa música? ¡Todo! No hay nada más hermoso que un ser que puede pagar ese todo… que quiere pagar ese todo… esas alas. Si “por natura” tenemos ese impulso ¿por qué no ser dioses? ¿por qué ser solo astros mezquinos? Lo más hermoso de un alma humana, si es que la hay claro, es eso: las ganas de apropiarse de lo que al final… seamos sinceros… no se puede tener. Pero llenarse de billetes es como cargar oxígeno… ¡valor!… tener los huevos para hacerle frente al mundo y decirle ¡vas a ser mío cabrón! Solo por eso es buena la plata… para poner de rodillas al mundo.
[el Coronel]: Ya está cayendo la noche dukales… apaguen las luces y seguimos.
Miguel A. Jiménez Camacho y el bar 1969
Ilustración: Pedro Leonardo Sánchez Ramírez

