Otra vez lunes
El Choco está triste, pero no se le nota. Nunca se le nota nada. Entre su cachete inflado de coca y su sarcasmo cargoso no se filtra ni un silbido de alma […Caught in a landslide, no escape from reality…] De golpe, “el Gris” pasa su trapo sobre la barra, le pone un vaso de singani al herido y sigue limpiando antes de que arribe la gente. El Choco cree que nadie es mejor compañero de tragos que un soldado raso como el Gris: callado, preciso… aparentemente inofensivo. Por lo demás, es martes y al Choco lo enciende ese ambiente vacío de semana, porque ahí “la música sí suena”, cuando los “civiles” descansan. Es jornada de tropas regulares y en la trinchera los pulmones se agrandan.
[…Because I’m easy come, easy go, little high, little low…]
«Me caes bien grisáceo, eres de la puta… Es en serio cabrón, no te rías. Mi viejo era como vos. O debe ser todavía, no sé. A mi abuela eso le emputaba, decía que algo estaba escondiendo… y sabía nomás la jefa (la jefa, su alsjaimer, sus sonrisas) \K’aj/ Che, me está pegando duro tu singani ¡Con bronca me has dado hijo de dioos! Pero me vale, ya me he metido en esto y ahora me vas a despachar en carretilla ¿Estás escuchando blanquinegro? …ya, ya, tenme paciencia rey, no te enojes, sabes que soy así.
[…Mamaaa, Just killed a man…]
»\K’aj/ Es como essa ves que me he ido de mi cassa pues Plomizo; ni la jefa y sus milanezass me han hecho volver ¿Te he contao no, de ese día del orto? Esto es lo que pasa: desde que ssoy changuito tengo un empuje furiosso hacia adelante; me sale del páncreas creo, esa bronca sin frenoss. No soy pues como ese k’ewa del Issma. Lo quiero, tú sabes… pero es nomás un cchisso ensimismado y llorón… mal le ha ssentado el grunge al cuate. Como sea, no es tu culpa. El punto ess que no me gusta que me controlen. Siempre he sido un wasso. Y la hija de mi jefa pues, la Mary, quiere que ssea un mequettrefe, un banquero como sus otras críass.
[…Sends shivers down my spine…]
»\K’aj/ (“ya hijito, tranquilo nomás”) Ya jefa, ya… ¡No, no! No ess a vos Grisostomo, son mis huevadas nomás ¿En qué esstaba? ¡Ah ssí, la ffuga! Bueno, soy puess un sser libre y senssual… El punto’s que esse día, despuéss de que la Mary me sacó de las casillass, como diría la jefita, me prestté un ssleeping de nuestro duccal el Chriss y me ffui a la passarela del teatro al aire libre a ronccar… conocess, ahí por la cassa de la Magda. Me sentía ffiero pappacho… como pa morder la madrugadda. Pero mi esstómago estaba crujjiendo de hambre esse cacho y como estabba molido de cansancio… me he obliggado a dormmir rapido. Y sabess nomás Calamardo… nunca me ha gusstao soñar, pero ahí esstaba, comiéndome sus mmilancas de nuevo, con “Mama said” de fondo y la jefa sanita y charlando commo si nada.
[…Rain, bring me the strength to get …]
»\K’aj/ “tuu anodeer deeiiiiii” ufff, no me ppongass pues Sepultura jeffe, me quieress mattar. Buenno… como tte deccía, estabba encumbraddo. La jeffa es pues siemppre kalor y terrnura, pero de repente… ¡no jodass! …unas vocess la rodeaban… ruiddo de hambrienttos marcjados por el alkjohol. Y ese ccachio me despierto pues choqquito, porque la jefa y el alkjohol no van juntos, nunca. Y no sabbess… las voces no se iban; más bien esttaban más cerca, bajando del cerro a la passarela (“son walaychos hijito”) ¡Y me levantto cagao de mieddo mi Grey! No ssé ssi eran chorross o qué, pero algo en la nuca mme ha diccho “hazte bola”… y he ppirado ese ccachio de ahí pues jeffe…
[…bloody rooots, bloody rooots, bloody rooots…]
»\K’aj/ Ess bbien chistossso hermanittto, cuando no ttieness kkaalle piensssas que lo máss sseguro es lo vaccío, pero el Issmael ya me ha ensseñado que el silenccio es lo más densso en la música… ayudda pues a ppreparar el ggolppe: ¡Es la putta ttenssión dukke! \K’aj/ (“No me gusta esta canción papito”) La cossa es que he atravessado las kkalles commo enffermo hastta lleggar por cconcha nommáss a una cappilla… la San Raffael… iba antes, de crrío \K’aj/ (“Bien linda era esa capillita”) Síí… el puntto es que dije “es aqquií o me mmuero”.
[…The angel of love was upon me
And Lord I felt so small…]
»\K’aj/ (“Vamos a tu cuarto nomás ya papito”) Fal~ta, falta… Appro~vecho pues una ventana a~bierta mi hermanno. Tantean~ddo en lo osscuro… llego al ssalón pprin~cipal… donde celebbrann lass mis~sas. Y ya me ibba a ecchar a rroncar en un bancco. Pero… sien~tto puess que algguien me es~taba chequeanddo \K’aj/ Y al acercarrme a unna esquinna lo vveo puess Car~melito. Puuuu… inssolentte el ca~bróon… rodeaddo de offren~ddass y meddallass… ¡¡¡sólidddo carajo!!! …intocabble detrásss de su viddrio… ffirme en su ca~ballo!! Era uno de esstos… no ssé ccómo se lla~man (“era un Tata Santiago hijito, respeta”) \K’aj/ Saludd por eél (“Amén”) Hermmannoo… ¿ssabes lo que esss el éxxitto? ¡Es esso…!!! sserr in~toccable y barrbudoo… no ttienne que ver con la platta sinno con la glo~ria \K’aj/ Pueddes tenner una vviola en vez de una ess~pada pero naddie te quitta la ccappa… ni los graddos. Essos mmonstruoss no vann puess a la universiddad Tenniente. Commo sseea, hay cossas que viennen de arriba y te cam~bbian… no ssé por qué… no ssé.
[…Oh leave me here forevermore
I found the peace I’ve been searching for…]
»\K’aj/ Al ffi~nal, cuanddo he ssaliddo puess de la ca~ppilla ya esstabba amane~cienddo. Esstaba heccho poron~gga, atturdiddo… o penssativo… no sé… una de lass no~chess máss jo~diddas de mi vvida. Pero esttabba firme ya en la ma~ñanna, bautizaddo para los himnnos del ba~rrio… yo ssoy kalle puess chokko, tennía que acostum~brarme nommás. Hay rreglass que apren~des, hay códigos, hay brotthers y… yo al mennos… ten~go también mis insignniass. Yo no mme cambbio por na~ddie viejo… ni aunque me llueva como ese día carajo» (Te voy a traer una frazada papito, dormí nomás ya).
[…The angel of love was upon me And Lord, I felt so clean Like a preacher on Sunday My heart was serene…]
El choco ya está con licencia, durmiendo como un jabalí al lado de su jefa. El Gris recoge su vaso y vacía su cenicero. Después saca su bolsa de coca y prende el letrero de la casa – Rock & Bar “1969”-. Él también es un soldado: nadie le va a arrancar ni una palabra de lo que escucha… nadie… excepto tal vez ella.
Oscar Gracia, Miguel A. Jiménez Camacho y el bar 1969

