Literatura criminalística del siglo XVII en Charcas: El Manchache de Potosí
A propósito de un texto histórico que permite reflexionar la constitución lingüística de su escritura en castellano antiguo y la habilidad de narrar un acto criminal que se ventiló en el Cabildo de Potosí
Gran parte del amplio registro historiográfico colonial de Charcas se encuentra en La casa nacional de moneda de Potosí. Así, en su vasto archivo descubro en el Fondo Cabildo, Gobierno e Intendencia, una carpeta con documentos significativos de un caso criminal del siglo XVII, un proceso que duró de 1659 a 1660, en la Villa de Potossí (sic). Son folios donde aparece inscrita esta causa criminal de 16 de noviembre de 1659, en forma de crónica histórica narrada y que está registrada en lengua del castellano antiguo. En esta modalidad, puedo leer, la descripción cronológica de los hechos perpetrados por el sujeto con el alias de Manchache y su posterior enjuiciamiento. Es un sumario delincuencial en forma de relato de crónica, porque incorpora narrativamente la denuncia y su disposición narrativa.
Este texto charquino se puede reflexionar, por un lado, por la constitución lingüística de su escritura en lengua española o castellano antiguo y, por otro, por la habilidad de narrar un acto criminal que se ventiló en salas del Cabildo de Potosí. De la primera dimensión, me enfocaré en las muestras de la fonética y del léxico. Inicialmente, los documentos antiguos exponen cualidades fonéticas de la lengua castellana antigua con harta influencia del andalucismo. De esto, sobresale la forma vocal del seseo. Una pauta particular se evidencia en la expresión “Villa de Potossí”, en vez de Villa de Potosí. Es un claro ejemplo de que el redactor lo escribe con la grafía ss.
En cuanto al léxico, parte del vocabulario que emerge de los folios aparecen vocablos con influencia originaria, conformando una lengua mestiza por las raíces de expresiones nativas que están presentes en Charcas. Por eso, Manchache es un término de ascendencia quechua que tiene dos significados. En una arista, es espantapájaros y en el otro flanco equivale a alguien que asusta o amedrenta. Con todo esto, sí unificamos ambas consideraciones, el seudónimo del delincuente proviene por su condición física delgada y por los actos violentos de intimidación contra el prójimo. Asimismo, en una hoja del expediente colonial redactan como Manchachi y en dos diferentes folios lo escriben como Manchache. En todo caso, el vocablo sería parte del patrimonio lexical criminalístico charquino.
A continuación, me abocaré a considerar pautas de quién y cómo redacta y relata los hechos delincuenciales del apresado. La persona que ejecuta la escritura sabe escribir, obviamente, entonces es un letrado. En esa época el escribano era el individuo que escribe para las entidades establecidas por ley. Para mi entendimiento, llega a ser el autor que aplica una estrategia narrativa para comunicar un asunto delincuencial. Cuestión criminal vista como un cuadro de rompecabezas, trazada y relatada a la manera de una crónica histórica real. Esta imagen permite desglosar el objeto (salteamiento) y su disposición: el lugar, las fuentes, los tipos de actores y acciones que los conforman. Elementos informativos que determinan el sentido narrativo criminal colonial.
El autor, describe al acusado como un “borracho” y de sobrenombre Manchache, pero para efectos de ley indica que su nombre completo es Thomas Gonzales de Noguera. Continúa refiriéndonos que es un “hombre pernicioso de malas costumbres y mal vivir, inquieto”. Estos acontecimientos los relata como un discurso acusatorio. Pues, cuenta que le imputan de “Robos, estupro y salteamientos de una caja” y en concreto el hurto de enseres de una “Tienda de lujo”. La víctima sería la dama “Isabel Cardenas viuda de Francisco Roman” (sic).
El autor también detalla que el “Capitán don Diego Muños de Cuellar”, es un militar de rango “teniente general” que atrapa al malhechor de la “región del sur”. Luego nos informa que existe una testigo clave, la “Niña Andrea, de 9 años” y que declara en contra de Manchache. Por los nombres propios del acusado y de la acusadora, relaciono que corresponde a un juicio entre españoles o un pleito de un español contra un criollo o entre criollos.
Esta forma de contar de esta causa criminal se acoge a un formato de relato colonial charquino. Esto se da por el registro de su estructura narrativa determinada por la representación del lugar, la situación de denuncia, los actores, la época y el resultado. En conclusión, el contenido de esta narrativa criminalística charquina nos da una imagen de hechos de violencia acaecida en la Villa de Potosí, por aquellos años.

