La biblioteca de Huáscar Paredes-Candia
Una visita a la colección de libros del librero, bibliófilo, heredero e hijo adoptivo del tradicionalista paceño Antonio Paredes Candia
La colección de libros antiguos, vicio emprendido por lectores aburridos de obras contemporáneas, es una forma permanente por el bibliófilo de amasar la energía, lecturas, pensamientos, ideas, motivaciones, emociones y construcciones estéticas que su antiguo dueño concentró en una novela, historia, cuento o poesía de lectura preferencial. Organizar esas creaciones espirituales del pasado en papeles amarillentos sueltos, empastados enmohecidos, periódicos arrugados y en la fragancia de abrir un libro mientras se hojea y se siente ese olor “a antiguo” reúne a estos reskatiris de papeles de antaño una definición de su ímpetu anacrónico en una ciudad amnésica de su pasado escrito.
En esta ocasión presentaremos la biblioteca (archivo) de Huáscar Paredes-Candia Mamani, librero, bibliófilo, conocedor de los gustos literarios de los niños y más que todo reskatiri de corazón. Heredero e hijo adoptivo del genial tradicionalista paceño Antonio Paredes Candia (1925-2004), quien, armoniosamente, educó a su heredero el gusto estético por el rescate de lo antiguo y lo propiamente nacional. Don Huáscar lleva en esa misma línea a sus descendientes y clientes el afán de leer nuestras tradiciones, leyendas, anécdotas, mitos y demás “cachivaches de antaño”, como Ismael Sotomayor mencionaba a aquellos objetos que rondan en nuestro imaginario tradicional.
Viviendo con su familia desde hace varias décadas en su querida zona de Villa Ingenio de la ciudad de El Alto, cuenta como con su padre empezaron la labor titánica de realizar las primeras ferias de libro. Sí, esas que alguna vez fueron el sacrificio de vender la obra del autor al lector y donde los innombrables burócratas del estado hacían oídos sordos a estos proyectos. Estas ferias se caracterizaban por el traslado constante de un lugar a otro de varios cajones de libros, ya que eran realizadas en pueblos alejados de los centros urbanos del país. Una labor que inició desde los años 50. “Comenzamos en Quechisla, en el departamento de Potosí y así, fuimos por ferias ambulantes vendiendo los libros de mi padre”, nos comenta alegremente Don Huáscar, quien no pierde la ocasión de recordarnos alguna tradición ya olvidada.
Escuchar las anécdotas de don Huáscar sobre nuestros intelectuales del pasado es un manjar para otro libro de ocurrencias, donde se pueda ampliar los dichos y hechos que su padre ya había publicado. De esa manera habla de cómo conoció la exquisitez culinaria de Tristán Marof; las charlas interminables e iluminadoras de Guillermo Lora; los entrañables chistes y alegrías de José Ortega Leyton; la misteriosa caminata de Jaime Sáenz o la manera de escuchar de un personajillo del mundo periférico que encontró en Don Antonio una oportunidad para publicar su (famoso) diccionario coba: Víctor Hugo Viscarra. Así, con todo ese capital cultural del ambiente de su padre, fue adquiriendo la capacidad de montar su propia colección de libros, autografiados algunos y canjeados otros. Toda esta amalgama de datos, fechas, historias y chismes se concentraba en el puesto de venta de libros, donde crearon, además, la editorial Isla para lectores navegantes en el mar del silencio cultural del medio.
Al conocer las colecciones de libros, folletería, periódicos, hojas sueltas, fotografías, cartas y todo lo armónicamente relacionado a su biblioteca se puede sentir la necesidad de abrir un libro y empezar a leerlo. Arnó, González y Medina, Charcas, Juventud, Amigos del Libro, Difusión o Burillo son algunas de las editoriales que se pueden leer en varios libros de sus estantes. Mientras uno recorre cada estante se observa la colección hemerográfica de Última Hora, Hoy, La Prensa, Presencia o La Nación, periódicos ya extintos que tuvieron su auge en los años 80 como fuente de información. Con toda la amabilidad y paciencia con la que explica la historia de cada libro de su padre y de su biblioteca, Huáscar nos invita a coleccionar obras del pasado nacional.

