En esta ya larga noche
Sobre La noche de 12 años, filme del director uruguayo Álvaro Brechner y disponible en Netflix.
En medio además de lo que yo y muchos otros llamamos régimen de facto, en Bolivia vamos ya por los 100 días de cuarentena encerrados, los que tenemos, en nuestras casas, con las respectivas afectaciones de todo orden. Pero, ¿imagina usted que los días de reclusión fueran más de 4.300 y, por otro lado, en el más absoluto aislamiento y sufriendo vejámenes? Esa pesadilla de la vida real es descrita en La noche de 12 años, premiada película del director uruguayo Álvaro Brechner, disponible en Netflix.
En 1973, la dictadura que asaltó el poder en la nación oriental dispuso, entre otros crímenes, tomar como rehenes a nueve subversivos tupamaros, para llevar a cabo el cruel experimento de, en vez de fusilarles, enloquecerles a plan de torturas, privación de sus necesidades y claustro en soledad y condiciones extremas, lo que duró hasta que el país recuperó la democracia. El filme cuenta la historia de tres de ellos: Ñato Fernández Huidobro (Alfonso Tort), Mauricio Rosencof (Chino Darín) y José Pepe Mujica (Antonio de la Torre), este último, como sabemos, luego elegido presidente de Uruguay y recordado hasta hoy por sus políticas sociales y filosofía de austeridad.
Sintetizar más de una década en dos horas y pico es un reto del que la cinta de 2018 sale más que airosa, concentrándose en graficar la vivencia cotidiana del despojo de humanidad, resistido con singulares formas de comunicación, una moral férrea y hasta gestos de empatía con los captores. Así, contra los golpes, el hambre, el frío, la oscuridad, la incertidumbre y la nostalgia de una anterior existencia feliz, se refleja bien la voluntad de sobrevivencia de los reos, con la esperanza puesta en un amanecer que no se sabe cuándo ni cómo podría sobrevenir.
El director Brechner (Mal día para pescar, Mr. Kaplan) nos ofrece un relato épico, narrado en claves no ortodoxas en cuanto a contenido político, como tampoco en cuanto a ritmo de edición. Esta última es veloz y contundente, sustentada en un desempeño actoral en el que no desentona ni un segundo el experimentado español de la Torre (Balada triste de trompeta, AzulOscuroCasiNegro), liderando un equipo en el que brillan asimismo los secundarios sin excepción.
Aunque sin ahondar en la cuestión ideológica, el filme sirve en demasía para recordar la sangrienta historia de nuestra América, plagada de golpes de Estado tan vigentes como el que hoy mismo sufrimos en Bolivia, con abusos similares a los descritos en apenas medio año. Se nos revela además otra historia más que señala cómo el hombre es capaz de vencer aun el más violento confinamiento, y que mientras haya enemigos de la libertad, tan parecidos en todas partes, habrá también quienes les resistan y de todas maneras la recuperen, como ejemplo y luz para los que viven en la penumbra.
Periodista – Twitter: @SergioDelazerda
