El indie ‘cochalo’ bajo cero
Una crónica del festival musical que acogió a bandas locales y nacionales, además de otros artistas, en el bar Black Piston
El festival de música “Bajo Cero” se llevó a cabo el pasado sábado 6 de julio en el bar Black Piston en Cochabamba. El evento contó con la presencia de nueve bandas y artistas, show drag y una feria de emprendimientos.
Bajo Cero forma parte de lo que se está convirtiendo en una nueva tradición de eventos y festivales locales que fomentan el desarrollo y consumo de artistas independientes. En este evento se presentaron bandas y artistas reconocidos en el ámbito local y nacional, como Mandíbula y Últimos Glaciares, así como bandas que se encuentran iniciando y abriéndose un espacio en la escena indie cochabambina, como No Soy Blair y Earrape. La presencia de los primeros permite que los segundos sean conocidos por más personas, de modo que esta coexistencia entre artistas nuevos y consolidados crea un ambiente de crecimiento positivo para la cultura y la música independiente.
Además de los actos musicales, Bajo Cero contó con la participación de Orkid y Safos, dos jóvenes artistas drag muy relevantes en el medio actual a partir de sus presentaciones en La Monstra, así como con una feria de emprendimientos. Por un lado, esto muestra la colaboración y vínculo cercano que existe entre las distintas manifestaciones artísticas y culturales pertenecientes al nicho indie. Bandas, drags y diseñadores, todos reconociéndose y desenvolviéndose en los mismos espacios. Asimismo, por otro lado, muestra la tendencia, que cada vez deja de ser nueva, de crear eventos que cuenten con varias actividades en simultáneo: tienes a las bandas como acto principal, pero además hay ferias y actos artísticos ocurriendo en simultáneo. Esta misma lógica siguieron, por ejemplo, “Nunca Mueren” o “Pixel”, ambos realizados en lo que va de 2024, que contaron con pintura en vivo.
Eventos como Bajo Cero van multiplicándose y se prevé que la oferta siga creciendo hasta el punto de generar competencia, pues son espacios que resultan cada vez más atractivos por su frescura y la diversidad de actividades que ofrecen. Sin duda hay mucha expectativa respecto a cómo crecerán este tipo de iniciativas y si Cochabamba podrá llegar a ser un epicentro de festivales culturales a nivel nacional o, incluso, regional.
Foto: Toni Villazón

