A veinte años de la partida de Marcelo Callaú: los viajes de la madera (I)
Primera parte de un texto a propósito de una exposición homenaje al artista cruceño en la Feria de Arte ‘Mirá’, en Santa Cruz
En pleno Casco Viejo de la ciudad, en el ex Colegio Santa Ana, se realizó la tercera versión de la Feria de Arte, Diseño y Arquitectura Mirá (Santa Cruz, 9 al 29 de mayo 2024), plataforma que busca acelerar el encuentro entre coleccionistas y consumidores del arte con la oferta de parte de galerías de arte privadas y de artistas independientes, tanto a nivel local como nacional, además de marcas de diseño y decoración de interiores. En este contexto, uno de los puntos altos fue la exposición homenaje a Marcelo Callaú (6 de septiembre de 1946 – 3 de mayo de 2004), recordando los veinte años del fallecimiento de este artista que introdujo la escultura contemporánea y el arte abstracto en Santa Cruz, Bolivia.
La exposición está situada en un amplio espacio que fue la capilla del ex Colegio Santa Ana, visible desde la calle Ballivián gracias a los altos ventanales que favorecen su iluminación natural. El alto techo de más de cuatro metros, las paredes blancas y el piso cuadriculado en blanco y negro –semejante a un tablero de ajedrez– ofrecieron un entorno enigmático con el cual dialogó esta muestra abreviada de esculturas, recogiendo obras de las distintas fases que tuvo Callaú en su producción de casi cuatro décadas. La curaduría y organización estuvo a cargo de Cecilia Bayá Botti, directora de la Fundación Marcelo Callaú, en colaboración con familiares del artista, y se basó exclusivamente en obras de coleccionistas que fueron prestadas para la ocasión.
Bayá trabajó de manera cercana con el artista en vida, que partió de este mundo repentinamente cuando iba a cumplir 58 años. Desde entonces la curadora ha gestionado la impresión de publicaciones sobre la obra del escultor, destacando el libro Marcelo Callaú, razón y emoción (2014), impreso en formato de lujo, emulando la forma de uno de los cubos geométricos del artista; de igual manera, ha trabajado en la puesta en valor de este legado artístico a través de diversas exposiciones, siendo su mayor logro el año 2011 haber firmado un acuerdo para una muestra permanente en la Sala Ayoreode del Centro de la Cultura Plurinacional, una de las mejores infraestructuras que se podría haber conseguido en Santa Cruz para preservar obras en madera de gran formato. Cabe citarse también la más última exposición que había organizado la curadora hace un par de años, Obras inéditas (2022) en la Casa Melchor Pinto, con pequeñas esculturas y pinturas que no eran muy conocidas.
“Marcelo Callaú: A veinte años de tu partida estás aquí, en cada una de tus obras”, señaló la curadora en las palabras inaugurales. Bayá no dejó de resaltar el apoyo que recibió de parte de la familia del artista, también presente en el conversatorio de homenaje que se realizó en el mismo espacio con ilustres invitados. Luego del acto, Bayá compartió algunos datos: “Mirá, nos invitó a hacer esta exposición como homenaje a Callaú. Las esculturas fueron prestadas por coleccionistas privados cruceños. Quiero citar también a Tanya Callaú, sobrina del artista, que llegó del exterior para esta ocasión y está pasando a ser parte del directorio de la Fundación Marcelo Callaú en representación de la familia”.
Foto principal: Arturo Bedoya

