‘Memoria’, una exposición de Cristian Laime
El artista paceño llega a la Galería de Arte del Palacio Portales con una muestra que se inaugura el 20 de mayo y estará abierta hasta el 27 de junio
A finales del 2024, la condecoración que recibió por parte de la Embajada de Francia en Bolivia como “Caballero de las Artes y las Letras” en los salones del Museo Nacional de Arte (MNA) de La Paz, lo hizo uno de los artistas más destacados en la escena artística boliviana e internacional. Cristian Laime Yujra, con sus cuadros de cholas y de la cultura popular, pintando uno de los materiales más utilizados en Bolivia en el ámbito de los pequeños comerciantes o de las ferias populares, como es el plástico, ha generado una obra que interpela al espectador de una manera poderosa e inquietante por una pintura que juega con la materialidad de elementos populares llevados a las salas de arte más renombradas de Bolivia, Nueva York y París.
Laime ha pintado a su madre y a su familia envuelta en plásticos o en paisajes construidos de plásticos. Ella y su familia han sido la fuente constante de su inspiración reflejando la esencia de la Madre Tierra y la fuerza de la mujer aymara. Sus cuadros de Juana Azurduy son también reveladores de esta fuerza femenina que trasciende en casi toda su obra.
La exposición “Memoria” que el artista presenta este martes 20 de mayo en la Galería del Palacio Portales, organizada por la Fundación Patiño, no se aleja de sus grandes motivos, presentando una serie de cuadros que retratan nuestro tiempo. El propio artista nos explica que este proceso lo lleva inevitablemente a hacer un ejercicio de memoria, “hay un ejercicio recurrente en la pintura: la búsqueda de querer ser arte. No es un trabajo sencillo, menos aún gratuito. Los días son cortos y las noches, imaginarias. Buscando insaciablemente retratar nuestro tiempo… En ese proceso, surge la ineludible necesidad de contemplar nuestro pasado, y a veces, de soñar con un futuro asombroso. Inevitablemente, debo pensar en la historia de Bolivia. Es lo que corresponde. Sin querer llamarlo un deber cívico —porque no lo es—, antes que nada soy un ser humano, ubicado geográficamente en el altiplano. Y desde ahí, me toca observar —por inercia— un entorno por demás problemático y desolador, con un pasado tumultuoso y traumático. Es cierto que hay pocas luces, sin contrastes esperanzadores. Pero, ¿cómo se pinta eso? Por supuesto que con pintura. Pero, ¿qué debo pintar? Esa es la pregunta más habitual al comenzar un lienzo”.
Cristian Laime, vive y trabaja en El Alto, nació en Puerto Carabuco, La Paz, en 1988. Se formó en la Academia Nacional de Bellas Artes “Hernando Siles”, La Paz – Bolivia, mención Pintura, en la Universidad Pública de El Alto (UPEA), Bolivia y tiene una Licenciatura en Artes Plásticas, especialidad Escultura. El arte no fue una decisión, fue, para él, un llamado, una necesidad.

“Las obras de esta exposición, son, ante todo, representaciones de momentos imaginarios que, precisamente por eso, pueden ser atemporales, situándose por supuesto en el contexto contemporáneo.
La construcción de la metáfora en la pintura —al menos en mi caso— es un proceso anónimo. No nace de una idea cerrada ni de un plan preconcebido, sino de un gesto que se abre camino entre la obra y el pintor, como si ambos se desconocieran mutuamente. Hay distancia. Hay extrañeza. El significado no antecede a la imagen: llega después, como una revelación.
En ese sentido, la pintura no buscará ilustrar respuestas, solo sembrar preguntas. Lo que observarás son formas ambiguas, que fluctúan según tu propia memoria.” Así, es como Laime pone en palabras lo que el visitante a su exposición podrá experimentar y ver. En su obra se reinventan, resignifican los conceptos de “cholitud” tan presentes en la pintura boliviana del siglo XXI y más aún, en los últimos tiempos, en la política y social.
“Memoria” es una muestra que nos invita a pensar nuestro pasado, pero también es una provocación a nuestra propia memoria, un ejercicio importante, en este año del Bicentenario de Bolivia. La exposición es una de varias que la Fundación Patiño ha organizado para homenajear al país llevando a los espectadores a un viaje por las grandezas y, también, las heridas que nos hacen bolivianos.

