La película de Andrew Dominik, que en Netflix se exhibe con el título de Rubia, se rebela contra el 'biopic' en un filme que imagina las mil vejaciones que sufrió Marilyn Monroe. Monumental trabajo de Ana de Armas
Sería algo atrevido afirmar que Blonde -que llegó este miércoles a Netflix con el título de Rubia- es el biopic del año, y no porque sea peor película que la estomagante Elvis, sino porque el director Andrew Dominik (Wellington, Nueva Zelanda, 1967) se rebela contra el encorsetamiento propio del género y presenta una historia de degradación psicológica con el tono […]