Tool y el Canon del Cangrejo
Un análisis a una parte de la producción discográfica de la banda estadounidense, que vuelve a la escena musical tras 13 años.
A mi amigo Ron. Mi Virgilio a los abismos de Tool.
El Canon del Cangrejo es parte de una colección de fugas, cánones y otras obras musicales del genio del barroco Johann Sebastian Bach titulada Ofrenda Musical, fue compuesta en 1747 como un regalo para el Rey de Prusia Federico el Grande. El Rey Federico, conocedor de las habilidades de improvisación de Bach había retado a su invitado a improvisar una fuga sobre una obra del propio Rey titulada Tema Real. Bach no solo tuvo éxito en el reto sino que lo hizo sobre un pianoforte (instrumento antecesor del órgano) que él mismo había corregido años atrás, cuando el Rey Federico lo había llevado ante el fabricante organista real para que lo probara. El organista entonces siguió las correcciones de Bach, y en efecto el modelo había mejorado.
Un par de meses después Bach presentaría su regalo al rey públicamente con el título de Ofrenda Musical BMV 1079 y añadía como subtítulo Regis Iussu Cantio El Reliqua Canonica Arte Resoluta que quiere decir; “El tema proporcionado por el rey, con adiciones, y resuelto en estilo canónico”. El texto estaba en orden de arriba hacia abajo, haciendo alusión a una forma poética que se conoce con el nombre de “acróstico”, con las primeras letras de cada palabra remarcadas formando en vertical la palabra RICERCAR, que en italiano antiguo hacía referencia al término musical FUGA. Ofrenda musical está llena de curiosidades y acertijos que la hacen objeto de estudio de fanáticos, musicólogos, historiadores y freaks de la música en general. Denotan la naturaleza intelectual con la que Bach enfrentaba sus trabajos y la profundidad musical de su obra. El Canon del cangrejo es la parte más admirada.
El “canon” es una forma de composición muy común en el periodo barroco, consiste en que una voz o un instrumento den una melodía principal, y unos compases después, se adhieren otras voces y/o instrumentos imitando la melodía principal. Las sorpresas en El Canon del Cangrejo comienzan porque tiene varias partes que se pueden leer al derecho y al revés y ¡dicen lo mismo!, como una especie de palíndromo musical. Pero eso no es todo, la partitura es una sola línea melódica que funciona como un bucle sin fin, cuando llegas al final estas en el inicio y, de manera asombrosa, cada nueva línea melódica hace de acompañamiento a la melodía principal, al mismo tiempo que se van repitiendo al derecho y al revés. El Canon del cangrejo deja boquiabierto a cualquiera que lo escuche por primera vez, y sobretodo deja entrever la estructura matemática subyacente en los trabajos del genio alemán, por eso su música fue descrita como pura y perfecta, se debe a las intrincadas estructuras y simetrías presentes en prácticamente todas sus composiciones.
La historia de la música ha tenido siempre genios que le han dado a su obra no solo una temática conceptual, sino también una temática estructural rítmica, por ejemplo Dialogue du vent et de la mer, de 1905, del compositor francés Claude Debussy o el tema Money de la banda Pink Floyd de 1972, propia de aquellas mentes afiebradas que se consumen en la búsqueda de la belleza en la perfección de la ejecución. Quizá la obra más sorprendente y llamativa de las últimas décadas, con una temática estructural rítmica propia, sea Lateralus de la banda de rock Tool.
La música que Tool nos ofrece trasciende el universo del rock para atravesar otros campos de experimentación sonora, rock progresivo, mantras, psicodelia y matemáticas. Los temas que trata suelen ser el misticismo, los viajes astrales, la dualidad cuerpo mente, la meditación, el tercer ojo. Tool es una de las bandas de rock más hermosas que ha dado el género en la floreciente escena noventera de los Estados Unidos, su obra ha fascinado a la crítica con inteligentes propuestas musicales que han llevado al límite imaginativo la exploración de la metafísica y la geometría simbólica. Teniendo como una de sus grandes influencias al maestro de las artes ocultas Alister Crowley detrás de la filosofía de la música de Tool, y aderezando a su obra una lírica oscura, de crítica y de protesta moral, ha creado una legión de fanáticos fieles que solo ha crecido con el tiempo.
Lateralus es el tercer álbum de la banda, fue lanzado en 2001 y desde su lanzamiento ya generaba expectativa porque habían anunciado que el orden de canciones del disco no era el original, y que además escondía otros secretos, ahora le correspondía a los fans descubrirlos, ellos jamás volverían a hablar del tema ni a confirmar ni negar sospechas. Así que inmediatamente salió el disco, el mundo entero comenzó la búsqueda de los secretos ocultos y el orden original, surgieron miles de teorías, se hicieron hipótesis, se rearmaron los tracks de todas las formas posibles, el internet estaba recién en expansión así que era cada vez más difícil confirmar todas las suposiciones. Hasta que una extensa carta de ocho páginas escrita por un aficionado comenzó a circular en los sitios de rock especializados, explicando cómo todo el disco estaba enteramente basado en el concepto de “la proporción áurea” o “la divina proporción” descubierta por los griegos y la serie matemática llamada “sucesión de Fibonacci”.
Hasta la fecha los fanáticos coinciden en dos posibles órdenes de los tracks, bautizados como The Holy Gift y The Lateralus Prophecy ambos siguen el concepto de “la proporción áurea” que da como resultado una línea en espiral de adentro hacia afuera, siguiendo ésta línea se van conectando los temas si se los pone a todos en una línea recta tomando como punto de partida el tema número 6 (el centro de la espiral). El dato más relevante para comenzar a tejer ésta teoría sería la canción que da nombre al álbum Lateralus que está plagada de referencias a “la secuencia de Fibonacci”, el fraseo al cantar denota claramente un juego de sílabas que sigue el orden de la famosa secuencia, y luego cada instrumento también sigue un complejísimo juego de estructuras rítmicas y cambios de compases que siguen la secuencia. Las letras, por su parte, hacen continuas referencias al orden en espiral, dicen; “Spiral out/ keep going” o “Ride the spiral to the end and may just go where no one`s been”. Al final descubres que toda la obra, el orden de las estrofas, los ritmos, los cambios de compas, el fraseo, las letras, el arte de tapa, los dibujos, el orden de las canciones, todo sigue la espiral de la divina proporción.
La serie Fibonacci y la proporción áurea en realidad son dos caras de la misma moneda. La secuencia Fibonacci es una serie de números que siguen un patrón y la proporción áurea es la aplicación geométrica de ésa nomenclatura, una espiral hacia afuera que se encuentra en un sin fin de formas en éste universo, desde la forma de una galaxia hasta la disposición de los pétalos de una flor, de ahí su nombre “la divina proporción”. Lo maravilloso de éste álbum es apreciar la increíble concatenación de todos los instrumentos, cómo trabajan coordinadamente, muchas veces en diferentes compases, pero siguiendo siempre el orden de los números de la secuencia, o la forma de la espiral. El álbum se grabó en menos de tres meses, pero los miembros de la banda se pasaron años en el engranaje, pensando cómo matemáticamente, musicalmente sincronizarlo todo.
Tool sacó otro disco no menos interesante el año 2006 titulado 10.000 days, y luego desapareció por trece largos años, hasta éste año que anunció el lanzamiento de su quinto álbum para el 30 de agosto titulado Fear Inoculum. En los últimos 20 años, Tool estuvo en continuas batallas legales que retrasaban la salida de sus discos, la más relevante de todas probablemente sea la que lo ligaba con la discográfica Volcano, que lo retenía por la producción de un disco más y además poseía los derechos de todo su catálogo. Es decir que con éste último trabajo Tool se libera de su contrato, termina con años de pesadilla de procesos legales y vuelve a ser dueño de sus propias creaciones.
Los que somos aficionados de Tool somos parte de un grupo de gente que consume su música como una religión, esperamos cada lanzamiento contando los días hacía atrás, los años hacía atrás, es difícil plasmar en palabras las sensaciones que nos provoca su arte, el que va a escuchar Tool por primera vez sepa que se adentra a un submundo extraño de atmosferas oscuras, viajes astrales, sonidos alucinógenos, descargas eléctricas y paisajes sobrecogedores. Tool pone a trabajar todos los sentidos, hipnotiza o abstrae. Su filosofía de vida está ligada a su proceso creativo y todo eso converge para entregarnos siempre, algo que no hayamos visto nunca antes.
Profesor de Historia de la Música y realizador audiovisual – omisanchez@gmail.com