Sebastián Romero : “He tomado situaciones reales para crear una ficción y para unirla a esta incertidumbre que supone el mundo moderno”
El dramaturgo cruceño es reacio a dar entrevistas, su nombre no figura en ninguna revista, ni catalogo de literatura nacional, pero es el creador de la pieza L.O.V.E. , la cual ha recibido sendas criticas y se presenta el 3 y 4 de octubre en el mARTadero en Cochabamba.
Sebastián Romero no es un dramaturgo conocido, tampoco es un escritor con maestría ni doctorado en escritura creativa en Estados Unidos, no es un intelectual con ínfulas de literatura, ni lo invitan a ferias del libro, ni a conversatorios y es reacio a dar entrevistas.
Es cruceño, vive desde hace mucho tiempo en Europa y en Bolivia apenas lo conocen gracias a las dos obras de teatro que ha realizado con la compañía Pez Plátano, Bajo el Puente (2017) y L.O.V.E. (2018).
Sebastián Romero es hijo único, en su casa no tenían televisión y sus padres siempre se encontraban trabajando, así que las librerías y bibliotecas fueron el mundo elegido para crecer, luego para él fue muy natural empezar a inventar o crear historias. L.O.V.E. es una de ellas.
“No es que escriba mucho, tengo un trabajo que me consume la mayor parte de las horas del día, así que escribo en determinados periodos. Cuando vivía en Argentina me hice fan del teatro y empecé a ver todo lo que Buenos Aires me podía ofrecer, hice algunos talleres de escritura, y escribí mis primeras obritas”, apunta el escritor quien trabaja en el rubro de transportes en España y escribe en su tiempo libre.
Romero y Fred Núñez, director de la obra, se conocen desde pequeños y venían confabulando esta colaboración entre bromas, lo que se hizo evidente cuando ocurrió la denominada Masacre de El Porvenir, en Pando, trabajo que se convirtió en su primera coincidencia.
La soledad, la muerte y la migración son parte de la vida de Moreno, quien descubrió la obra a partir de estos sentimientos.
Aunque el ser humano es un animal social, hay un aislamiento natural que puede ser muy duro y en la vida de Romero, hay situaciones o personas que fueron inspiración para la escritura de L.O.V.E., una de ellas fue su vecina que tiene 78 años, vive sola, no recibe visitas casi nunca y la acompaña un gato a quien ella trata como a un hijo.
“En mi última visita a Bolivia, me topé en el mall con un compañero de colegio que solía hacerme bullying, y los dos fingimos no reconocernos. He tomado situaciones reales para crear una ficción y para unirla a esta incertidumbre que supone el mundo moderno”, comenta.
L.O.V.E es un trabajo que lleva una dramaturgia cargada del habla popular de Santa Cruz y modismos cruceños. Aunque el lenguaje de Romero es formal y es pudoroso cuando se trata de expresarse en cuanto a la escritura, le gusta que sus personajes se sientan cercanos y puedan lograr que la gente se identifique con ellos. Su crianza y entorno son en su mayoría cruceños, así que el léxico que le puso a la obra y a los personajes es muy común en su vida real pese a que no los usa.
¿Qué buscan los personajes de L.O.V.E.? ¿O no buscan nada? ¿Cómo fue la construcción de estos personajes?
Desde mi imaginario, los personajes de L.O.V.E. viven sus vidas como pueden, cada uno se aferra a distintas cosas y tiene una personalidad diferente. No me gusta apuntar sobre lo que quise decir con cada personaje porque eso limita la interpretación del espectador y no quiero que se queden con mi visión, sino con lo que ellos imaginan de la obra.
¿Estas trabajando algún otro texto de dramaturgia para teatro?
Estoy con algunas ideas. Ya escribí la primera parte de un texto. Esperemos que gracias a la recepción que hemos tenido con L.O.V.E. la próxima obra también llegue a las carteleras locales.
¿Has tenido la oportunidad de ver el trabajo de otras propuestas teatrales nacionales con dramaturgia propia? ¿Qué podrías decir al respecto de lo que sí conoces?
Cuando vivía en Bolivia vi algunas obras de teatro nacionales. Tengo un recuerdo muy fuerte de La Ilíada de Teatro de los Andes. He visto obras de Casateatro que en la época era una de las pocas opciones para los fines de semana, también vi Teatro Ogro, algunas de Kíkinteatr, sobre la movida local actual no conozco mucho aunque para mí no existe una mala obra de teatro o un mal teatro, es solo una forma distinta de hacer teatro. En Buenos Aires vi en escena muchos textos de Spregelburd, Tantanian, Kartum, Tolcachir, Bartis… y ya en Madrid he disfrutado de los textos de Angelica Liddel y algo que me impactó muchísimo fue un espectáculo que vi el año pasado de Sidi Larbi Cherkaoui, Fractus V. En el mundo hay mucho para ver, oir o leer. Es solo cuestión de darse tiempo. Este año planeo ir a Bolivia y poder disfrutar de algunas obras locales y ver una reposición de L.O.V.E. que hasta el momento solo la he visto por video.
Periodista