Memoria de la Fiesta de Semillas Mujusnichejta Raymichakuspa
La disminución de la diversidad de semillas (tubérculos, granos y leguminosas) está afectando a la sustentabilidad de la suficiencia alimentaria de las familias campesinas en los Andes. Entre muchos factores que estarían contribuyendo a la erosión y disponibilidad de las semillas, se señala el cambio climático, las migraciones, la pérdida de los caminos de las semillas y los ámbitos de ritualidad.
Las semillas, en el entendimiento de los campesinos andinos, siguen rutas que varían en el territorio y el tiempo. Son cambiantes, pero todavía permanecen en las memorias. Los caminos de las semillas conectan y enlazan territorios. Funcionan como tejido que construye relaciones e intercambios entre regiones, comunidades y familias.
La entidad Pusisuyu, en el marco del PRA (Programa Regional Andino), consciente de que nadie puede tener todas las respuestas en torno a la diversidad de semillas, organizó la primera Fiesta de las Semillas en el municipio de Pocona, para dialogar y vivenciar las experiencias de diversos actores provenientes de Lima y Puno (Perú), La Paz, Achocalla, El Alto, Tarabuco, Sacaca, Totora y Pocona (Bolivia). La actividad contó con el auspicio y participación de Cesatch e Inti Watana.
La Fiesta de Semillas buscó vivenciar y visibilizar la diversidad de semillas provenientes de diferentes pisos ecológicos, con miras de contribuir al fortalecimiento, revitalización y su recuperación. Los criadores de semillas en un diálogo horizontal recrearon sus saberes y prácticas de lo que hacen en su chacra. Emergieron sugerencias y posibilidades de criar la vida adaptadas a cada territorio y circunstancias.
El evento desarrolló los días 8 y 9 de junio, tuvo tres momentos: lanzamiento, conversatorio, exposición e intercambio de semillas. El primero tuvo como escenario la ciudad de Cochabamba, con el propósito de presentar y visibilizar las acciones. El conversatorio se llevó a cabo en Pocona. La fiesta de visibilización e intercambio de semillas se realizó en Incallajta. La iniciativa concluyó con la elaboración del primer Manifiesto de Incallajta que recoge las conclusiones y planteamientos.
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Participaron más de 100 personas, entre criadores de semillas, niños, niñas y jóvenes provenientes de espacios urbanos y rurales, representantes de gobiernos municipales, entidades estatales, organizaciones sociales y profesionales.
Entre las conclusiones, se determinó recuperar los caminos de las semillas y el cariño por la Pachamama; que la regeneración de los territorios de las semillas considera el respeto a la Madre Tierra y la Pachamama; fortalecer los espacios de encuentro y relacionamiento entre adultos (hombres, mujeres), jóvenes, niños y niñas de mundos y culturas diversas, que nos permita conversar, vivenciar e intercambiar nuestros saberes, prácticas y semillas; que el sistema educativo debe incorporar la crianza de las semillas y la producción amable con la naturaleza; y recuperar la memoria de los abuelos, sensibilizando a los niños, niñas y jóvenes para recuperar los saberes y prácticas de los abuelos y recrearlos en este tiempo.