Cuando el fervor es la montaña
Preguntándonos sobre aquellos textos literarios que han descrito magistralmente el ahogo que sienten los habitantes de las alturas cuando descienden al llano, nos hemos reencontrado con El verde no es un color. No hay duda de que se trata de un texto poético que le hace sentir a uno, con el ardor de la luz tropical meridiana, el efecto que tiene el clima oriental en todos aquellos que sienten que sus montañas son el único horizonte que puede hacerles comprensible el mundo. Wiethüchter recrea magistralmente el clima tropical con imágenes como las siguientes: “Desde la mañana quema el medio día, / [incluso] adentro, entre las sombras, / quema. / Busco una ventana. / El peso de las horas afiebradas / desgarra la memoria: / no pienso –no hablo- no nada.”; “Llueve, / empapada la intimidad vegetal”; “El calor enciende / los delirios del ensueño”.
Al parecer, para Wiethüchter las montañas eran el único horizonte que podía hacerle comprensible el mundo. Sin ese horizonte le pareció a ella que el verde ardía sin imágenes; que el verde no era un color, “sino la voluntad ruidosa / de ocultos ecos y cansancios”.
Docente y estudiante – nihil_obstat70@hotmail.com – nisuhizu08@gmail.com